Antes de comenzar con la crónica sobre las distintas clases me gustaría comentar algunos pequeños detalles que me han sorprendido de la práctica aquí. En primer lugar, cuando me preguntan de dónde soy y cuánto tiempo llevo practicando, y ven que es bastante poco y estoy en la sede del aikido se alegran mucho. Se alegran de que esté aquí con ellos, lo cual hace alegrarme a mí también. Estando aquí se tiene la sensación de que son gente familiar, conocida. Por otro lado, se da la situación que maestros que dan clase son alumnos a su vez de otros maestros. Ese aura que a veces se crea te das cuenta que no es fomentada por ellos, que siguen con su búsqueda y su camino. Y otra cosa curiosa es que aquí, después de acabar las clases hay que limpiar el dojo. No es obligatorio para nadie, pero después de la clase agotadora es necesario contar con esa buena predisposición para las tareas menos agradables para hacerlo.

Lunes

1ª clase. Doshu. Ya me habré adaptado a la zona pues acabo bastante menos cansado. También cuenta que mi compañero ha sido muy amable y aunque no hemos parado ha sido todo más suave. Muy atento conmigo me ha corregido en numerosas ocasiones. Aprendes cosas nuevas en cada técnica que haces. Doshu se muestra muy atento y sonriente con los compañeros. Que vé que no te sale un nikkyo, se acerca y te lo hace. Así no, así sí.

2ª clase. Toriumi sensei. Éramos pocos en clase y se han trabajado pocas técnicas mucho rato. Al estar con una pareja en las mismas condiciones que yo ha sido una clase productiva. Buena parte de la clase dedicada a Koshi nage, mis lumbares sufren el no dominar la técnica. Se agradece como los compañeros ya expertos te enseñan bloqueando 1 o 2 malos intentos de técnica, depués se dejan caer. Es como un mensaje en clave, así no. Es increíble ver a personas muy mayores, manteniendo el centro con movimientos precisos, buen equilibrio y caídas geniales.

3ª clase. Irie sensei. En realidad sustituía a Yokota sensei, que por el motivo que sea no habrá podido venir. Repite la clase de principiantes de la semana anterior. Sin problemas, aún queda mucho trabajo por hacer casi que hasta se agradece seguir trabajando las mismas ideas. Este lunes sí que vino Yokota sensei, quizás estaba muy cansado para afrontar la clase puesto que era bastante enérgica.

Martes

1ª clase. Yasuno sensei. Técnicas complejas a la hora de ponerlas en práctica. Una lástima no haber más tiempo de clase. Soy consciente del camino que aún tengo por delante. Hemos trabajado pocas técnicas mucho tiempo, con la oportunidad de practicar con distintos compañeros. En general estoy satisfecho con el trabajo realizado (ikkyo, kokyunage, nikkyo), es un buen apoyo que te digan los compañeros que ok.

2ª clase. Osawa sensei. Increíble cómo se mueve. Para mí es muy difícil sacarle todo el partido a sus clases. Noto que hay mucho sobre lo que trabajar. Hace hincapié en el papel del uke, hay que aguantar de pie lo máximo posible no dejarse caer, aunque estés desequilibrado hay que seguir dando esa conexión. Estirar el límite personal.

3ª clase. Suzuki sensei. Clase para principiantes con técnicas básicas. También hay compañeros con hakama. Una práctica muy buena. Repasar y refinar. Trabajo de shiho nage en base a diferentes ataques.

Miércoles

1ª clase. Doshu. Al ritmo normal. Clase cansada, por cansada me refiero a las técnicas trabajadas, para hacerse una idea el trabajo de suwari waza y las inmovilizaciones son de alguna manera para descansar.

2ª clase. Endo sensei. Lástima no saber japonés, intercalaba explicación con períodos de práctica. Toda la clase trabajando sobre el ataque de ushiro ryote dori cuando te llevan los brazos en paralelo al suelo. Mucho trabajo de sensibilidad, giros de muñeca que desequilibran, y trabajo de giros sutiles. También se ha trabajado kokyu, kaiten nage, ikkyo…. en base a katate dori, girando muñecas.

3ª clase. Miyamoto sensei. Clase bastante intensa. He tenido la oportunidad de prácticar con él en 2 ocasiones. Ya voy asentando sus conceptos y he salido contento con el trabajo realizado en la clase de hoy. La lectura de esta clase ha sido el trabajo en el centro, todas las técnicas ejecutadas en el eje de la persona, bastante trabajo en base a morote dori.

Jueves

1ªclase. Osawa sensei. Tengo la oportunidad de practicar con Héctor Flores sensei (muchas gracias). Disfruto mucho de la clase y aprendo numerosos detalles muy valiosos. Muy interesante. Mucho trabajo desde yokomen uchi, insiste en el rol de uke de no dejarse caer, especialmente doblando la espalda. Voy dándome cuenta de la sensación de fundirse con el ataque.

2ª clase. Fujimaki sensei. Práctica tranquila, poca gente y ritmo de trabajo bueno. He podido prácticar con él en varias ocasiones. Es una persona muy agradable. Me pregunta mi nombre y de dónde vengo. Me matiza personalmente que yokomen uchi sale del cuerpo no solo del brazo. Practico con la persona más mayor y no paro de aprender, en cada técnica me corrige detallitos. Toda la clase empapándome.

3ª clase. Seki sensei. Soy igualmente aceptado en un trío, con otro uke como yo. Muy sorprendente uno de mis compañeros, increíble la relación edad-técnica. Y siempre con una sonrisa en la boca. Sensei resalta que es importante que uke se mantenga lo más equilibrado posible aún cuando lo desequilibran. Esta noche dormiré bien. Clase intensa y agotadora.

Viernes

1ª clase. Irie sensei. Mucho hincapié en el centro como fuente de energía en los movimientos, giro de cadera y hombros simultáneo. Manteniendo la intención de entrar hacia él en todo momento.

2ª clase. Kuribayashi sensei. Clase dura por la humedad. Sensei tiene la cortesía de dar algunas explicaciones en inglés. Como anécdota un nipón me ha caído en la cabeza mientras estaba en el suelo, ellos que en cuanto te rozan piden disculpas imaginaos; no sabía cómo pedirme perdón. Muchas cosas que aprender.

3ª clase. Osawa sensei. Todo un placer poder practicar con él, en este caso en la clase para principiantes. Todo muy estructurado. Se explica y practica la técnica, se practican los movimientos para llevarla a cabo, y se retoma la técnica. Muy secuenciado. Muy clarito.

Sábado

1ª clase. Irie sensei. Técnicas básicas, control en el agarre, shiho nage…etc. Una clase más. Clase para trabajar el centro y su dirección en todas las técnicas. Siempre con la sensación de estar dirigido hacía el compañero aunque te encuentres en paralelo a él.

2ª clase. Sugawara sensei. Clase agotadora. Es un trabajo difícil de llevar a cabo para mí por las pocas energías que me quedan. Espero aprovechar la próxima semana para llegar en mejores condiciones.

Al margen del aikido hay otros aspectos muy llamativos. Para empezar decir que son mucha gente pero que en ningún momento sientes agobio ni estar en una aglomeración. Hay un espacio que se respeta y a pesar de la gente que hay te sientes cómodo desplazándote entre ellos. Siempre hay una zona que no se invade. Son personas muy respetuosas, sorprende ver como cada uno va vestido y peinado como quiere y nadie se ríe ni cuchichea a sus espaldas. Hay una máxima que es que mientras no des problemas puedes hacer lo que quieras. Y resulta asombroso verlo puesto en práctica. Sorprende mucho el cambio. En la misma línea ves como el trato es educado a pesar de que algunas personas no respondan de la misma manera. Es ser agradable independientemente de cómo sea la otra persona, es superar de alguna manera el ojo por ojo. Te comportas así porque es lo correcto y la otra persona ella verá, ni comentarios por lo bajini ni alterarse. Al ser muchos, las casas o habitaciones donde vive la gente suelen ser también pequeñas. Pocas veces pegadas unas a otras, más que nada por los seísmos. Las que menos tienen un palmo de margen para que se mueva la casa al haber un terremoto que, por otra parte, son habituales. Lo notas pero no es nada alarmante, son apenas unos segundos y nada brusco. Los de gran intensidad no los he vivido. Además, estamos en época de tifones y ayer sin ir más lejos nos pasó uno por encima. Mucha lluvia, mucho viento, acabas mojado de los pies a la cabeza pero ves que siguen con su vida. Ves coches, establecimientos abiertos, el transporte público sigue en marcha…Por el resto la gente es muy tranquila y es muy agradable convivir con ellos. Es una experiencia muy recomendable.

Un abrazo. Adrián

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