Día 7º Domingo 9

1er keiko  Irie sensei

Vamos a principiantes con Irie sensei, practico toda la clase con Kesa,un compañero alumno de Victor que decidió que se venía a vivir a Tokio a aprender Aikido, tiene un nivel muy alto, y la clase menos mal que era para principiantes…..
En Hombu dojo los domingos no están incluidos en la cuota mensual, son 1575 yens (13€) aparte el poder practicar toda la mañana.

2º keiko Yasuno sensei Ogikugo
Nos perdemos un poco en el metro y llegamos justos de tiempo, Kesa nos guía porque esto ya es el Tokio no turístico.
Un tatami muy bonito donde montamos y desmontamos las colchonetas para practicar. Las sesiones con Yasuno sensei, a pesar de ser mas largas las acabo mucho menos cansado que las del Hombu dojo, por las instalaciones, por el tipo de práctica o por la forma de organizar las clases, el tiempo se pasa volando. Siempre tienes la sensación que se hace corto.
Cenamos junto a Vicente Borondo y Alvaro Khun al acabar la práctica y mientras estamos en el restaurante notamos un terremoto.

8º Día     Lunes 10

Hombu dojo cierra esta semana, no podemos practicar y tampoco hay clase hoy de Yasuno sensei.  Aprovechamos para dormir y descansar porque ademas llueve a mares.

Hombu dojo  o dojo central es el centro que construyo O’sensei y que su hijo Kisomaru consolidó como el centro de la asociación Aikikai. Pagas una inscripción anual o matricula y una mensualidad de 10500 yens (85€) y puedes recibir clases al día y elegir dentro del horario y  los maestros a aquellos que puedas o quieras.

Cuando lo ves por primera vez te sientes un poco decepcionado porque está en una calle secundaria y estrecha, porque el edificio no destaca de otras fincas de la vecindad, pasaríamos por delante y no lo reconoceríamos.

Al entrar dejas tu calzado en la recepción y subes al 2º piso donde está el vestuario, un cuartito de 15m con taquillas pequeñas y 5 duchas para cambiarse y ducharse 60, 70, 80 personas, imposible pero cierto, nos cambiamos y nos duchamos.

El tatami de principiantes está en el 1er piso y el de avanzados en el 2º, con acceso directo desde el vestuario,estos tatamis son de paja de arroz entrelazada y con una lona por encima, muy tradicionales. Son duros y del sudor acumulado al ser absorbente huele muy fuerte, los van cambiando a medida que la lona se desgasta.

No hay agua caliente – y en invierno siempre nieva- ni aire acondicionado en las salas -y en verano el calor húmedo es agobiante-, el único lujo es un surtidor de agua fresca en el 1er piso.

No entiendes las explicaciones porque todo es en japones…

Con todos estos impedimentos que os cuento luego surge  la MAGIA de la práctica. Entrega hasta el limite, silencio respetuoso, veneración al sensei, atención máxima, trabajo exhaustivo y estudio del mínimo detalle    hacen que una hora en Hombu te exija sacar lo mejor de ti , que te olvides del mundo y te centres en el Aikido, que todo quede al margen excepto tu compañero, tu y lo que te rodea.

No hay momento ni para secarte el sudor mientras explica el maestro, falta de etiqueta ¿que no te interesa la explicación que te distraes?, ni para arreglarse el keikogi, siempre cara al exterior, hacia la pared. Todo es concentración y seriedad. Magia , la magia del Aikido en esencia, en estado puro.

9 Día        Martes 11

Otro día sin keiko, mañana tranquila y salimos a pasear y a comprar por el centro. Sinjuku es como un viaje al futuro, como Blad Runner, con sus rascacielos, sus gentes corriendo de arriba a abajo y sus 4 millones de transeúntes diarios. La gente viste como le apetece y nada parece sorprender a nadie.

A pesar del constante afanar de todos la amabilidad es una norma, no dudan en solucionar cualquier cosa y ayudar en lo que les solicites, en servir en lo que puedan.

Comemos en un kaiten sushi de esos que pasa las bandejas por una cinta y tu te vas sirviendo, según el color del plato valen mas o menos. Un buen atracón. Tomamos café y compramos algunas camisetas en Unicubo, cadena de tiendas similar a Zara -que aquí es de lo mas chic- .

Nos volvemos a casa a cenar que patear Tokio cansa un montón.

Día 10º        Miércoles  12

Pasamos el día de compras en Sinjuku, comemos en un buffet y recuperamos cintura. Compramos como gayllines -extranjeros despectivamente- y nos vamos a Jarayucu donde hemos dejado las bolsas en una taquilla del metro para no tener que volver a casa.

Keiko       Yasuno sensei              Obikugo

Venimos solos ya, nos hacemos independientes, con tres horas de antelación por si acaso….. Solo 15 16 personas en el tatami- compartido con un grupo de Kendo-, una muy buena práctica.

Cenamos con Vicente Borondo y comentamos futuros viajes y proyectos.

Día 11º           Jueves 13

Visitamos pequeña Kioto con Vicente y su señora. Una excursión muy bonita,comemos todos juntos comida japonesa de verdad y no lo de los turistas.

keiko          Yasuno sensei         Hatagaya

Casi llegamos tarde , nos liamos en el metro, menos mal que Kesa hace de guía.La práctica muy buena pero personalmente me voy con malas sensaciones, tanto de mi trabajo de uke como de tori , me doy cuenta que me falta movilidad, soy demasiado lento.

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